Como adultos ¿Cómo debemos actuar en los talleres familiares con Criaturas Infinitas?

Como adultos ¿Cómo debemos actuar en los talleres familiares con Criaturas Infinitas?

Ha llegado el momento de hablar de nuestro papel en el juego infantil. ¿Qué tenemos que hacer los adultos mientras los niños y niñas juegan? Hay distintas respuestas posibles, desde preservar la integridad física sin limitar la libertad, a jugar con ellos y ellas. Pero vamos ha hablar, en concreto del papel que deseamos que los adultos cubran en los talleres familiares.
Desde nuestro punto de vista, el papel del adulto es fundamental. En nuestra concepción del juego con Criaturas Infinitas, el adulto es un actor más, esto implica que forma parte de la actividad.


Hemos hablado de la importancia de permitir cierto riesgo en el juego para que niños y niñas exploren sus propios límites y se descubran a partir de la actividad. Sin dejar de lado esta idea, es importante entender que los adultos servimos de modelo de aprendizaje para los más pequeños. Los talleres para niños y niñas en los que las familias están invitadas a participar, son un espacio ideal para ello. Podemos potenciar ciertas acciones sirviendo de ejemplo, así invitaremos a niños y niñas a divertirse, pero también a exponerse a problemas cuya solución podemos encontrar en equipo. ¡Cuidado! El juego es compartido, no es solo nuestro, los retos no son para nosotros, son para la familia y, por lo tanto, todos y todas debemos contribuir a su resolución.


Con Criaturas Infinitas pretendemos, en definitiva, generar un espacio de comunicación y encuentro familiar, nada más lejos de esas actividades en las que los adultos miran desde la barrera o atienden el móvil mientras sus hijos e hijas juegan. Es fundamental desde nuestra perspectiva que los adultos se impliquen de forma activa. Esto no solo ayudará al vínculo paternofilial, también supondrá un espacio de disfrute compartido.
Mantener vivo al niños o niña que una vez fuimos nos ayudará a conectar con los más pequeños y a divertirnos a su lado y qué mejor forma de hacerlo que con el reto que supone el juego de construcción.

 

Virginia Burgos

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