Juego constructivo

El juego cooperativo, un juego amable.

Juego cooperativo es aquel que promueve el trabajo común en favor de un objetivo. Los jugadores y jugadoras no compiten, cooperan para ganar o perder en conjunto. Son, por lo tanto, interdependientes, por lo que habrá que limar asperezas entre jugadores, si es que las hubiera…


Aprender a cooperar es fundamental en la vida. Para ello es necesario desarrollar habilidades comunicativas de escucha y diálogo, pues no existe cooperación sin comunicación. Este tipo de juego huye de la competitividad y apuesta por el desarrollo de la confianza entre los y las participantes. Un aprendizaje que podrá ser útil para la vida laboral y social en la adultez. 


El grupo juega para superar desafíos, no para superarse unos a otros. Tener una meta colectiva obliga a los participantes a llegar a acuerdos, a establecer roles, a comprometerse a participar y a dejar participar a los otros. Es, por lo tanto, un espacio para la conexión y la escucha, para la empatía. En un juego de este tipo no solo tengo que compartir espacio con otros, tengo que aceptarlos y adaptarme a ellos, hacer el esfuerzo de entender y conectar con los demás por el bien común. 


Es imprescindible que todos los participantes sean activos y de ello tenemos que asegurarnos cuando dirigimos un juego de este tipo. En esta situación, evitamos eliminar del juego a aquellas personas menos ágiles (como puede ocurrir en juegos deportivos competitivos), o menos populares, eliminando el perjuicio para la autoestima que ello genera. 


Poder aportar al grupo ayuda a generar un autoconcepto positivo, a sentirse realizado y a desarrollar las habilidades propias. Hacerlo desde la cooperación hace que valoremos esto mismo en los otros. No suena nada mal…


Podemos adaptar cualquier juego de piezas sueltas a esta forma de trabajo: demos un objetivo común y asegurémonos de la participación colectiva. Un ejemplo de ello podría ser hacer una casa con Criaturas Infinitas entre todos en la que quepa el grupo completo y en la que solo puede colocar una pieza cada participante.


¿Te animas a colaborar jugando? ¡Quizá aprendamos a tratarnos desde un lugar más amable!


Virginia Burgos

Regresar al blog