
Infancias migrantes: acercar la cultura desde el juego
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Desde Criaturas Infinitas creemos firmemente que la cultura y el juego no deberían ser un lujo. Sin embargo, muchas niñas y niños, especialmente quienes crecen en familias migrantes, siguen sin tener acceso real a espacios culturales y deportivos.
No se trata de falta de interés, sino de obstáculos concretos: horarios complicados, falta de representación, barreras económicas, poca información accesible o simplemente falta de tiempo.
Sabemos en primera persona estas circunstancias, y eso marca el enfoque de todo lo que hacemos. Por eso nos esforzamos en repensar cómo se accede a la cultura, desde una mirada inclusiva y con propuestas reales.
Hace unos días me crucé con una familia a la que conocí hace años, cuando daba clases de natación. Me alegró ver lo mayores que estaban los peques. Les pregunté si seguían haciendo deporte y la madre, con cierta tristeza, me dijo que ya no podían permitírselo. Ojalá en el futuro, me dijo, pueda apuntar a su hija a fútbol. Esta conversación me recordó lo frecuente que es esta situación.
Esto limita mucho el tiempo que pueden dedicar a actividades extraescolares o a la cultura. Las niñas y niños acaban pasando gran parte del día en la escuela o al cuidado de otras personas adultas, con pocas oportunidades para participar en propuestas culturales, deportivas o lúdicas.
Y cuando finalmente hay algo de tiempo, la oferta cultural disponible no siempre es accesible ni está pensada para todas: barreras idiomáticas, precios elevados, propuestas poco inclusivas o simplemente la sensación de que “eso no es para nosotras”.
Por ello, ponemos el juego en el centro. Creamos espacios abiertos a todas las personas, pero aún así vemos que cuesta que lleguen familias migrantes, sobre todo aquellas con menos recursos o redes.
También notamos una escasa presencia de personas migrantes y/o racializadas tanto en el público como en los equipos de trabajo. Esto no es casual. Cuando no te ves reflejada en quienes organizan ni en quienes participan, cuesta más sentir que perteneces.
El juego es un lenguaje universal: atraviesa culturas, generaciones y realidades. Es ahí donde ponemos el foco. En que cualquier niña o niño que llegue pueda participar.
Criaturas Infinitas es un proyecto que sigue creciendo. Escuchamos, ajustamos y seguimos aprendiendo. Porque creemos que el juego y la cultura son herramientas poderosas para hacer comunidad, y queremos que esa comunidad sea cada vez más amplia, diversa y representativa.
¿ y tú que opinas? Déjanos un comentario y te leemos.