El juego como subversión - Criaturas Infinitas

El juego como subversión - Criaturas Infinitas

El juego libre de niños y niñas puede llegar a ser materia de conflicto entre adultos. Cuando observamos el desarrollo lúdico, con frecuencia nos enfrentamos a muestra propia ideología. ¿Deberían jugar a pegarse? ¿Pueden permitirse un comportamiento radicalmente inadecuado? ¿Debería pararlo? Y es que el juego es subversivo. 
A través de esas rupturas de los límites sociales, se producen distintos aprendizajes para la vida infantil y adulta. Conocer los límites, las consecuencias de los actos, las consecuencias a nivel de socialización dentro del grupo… pero también permite expresar la emoción que en el mundo real puede verse reprimida. Gritar ante un conflicto, matar simbólicamente al enemigo, repartir justicia, recibir castigo, decir todo aquello que, por inadecuado, no se puede expresar en el día a día, jugar a cambiar de género, ¿no es catártico? ¿Cuántos de nosotros desearíamos tener ese espacio seguro en el que expresar las emociones más claras y más oscuras sin filtro? 
Eso sí, la integridad física debe preservarse. Como adultos debemos observar cuándo el juego está pasando a mayores y es susceptible de ser lesivo. También es importante observar si la naturaleza del juego es repetitiva y la violencia está presente de forma constante y como único motor de juego. Aquí debemos intervenir para ampliar el abanico y, si es necesario, pedir ayuda para saber qué está motivando este modo de juego permanente. 
La subversión en el juego es deseable, ya que nos va a ayudar a explorarnos. También lo es delimitar ese espacio de juego, marcar reglas claras que lo distingan de la realidad. La sociedad requiere que las normas sean cumplidas y es imprescindible que los niños y niñas comprendan que la ruptura tiene un espacio y un tiempo llamado juego. La comunicación con los niños y niñas es una baza fundamental para ello. Explicar el funcionamiento del mundo, por qué hay contextos en los que ciertas cosas están permitidas y escuchar, siempre escuchar. 
Como adultos, tenemos ciertos juegos de roles, realidad virtual, videojuegos… en los que podemos experimentar esta subversión. Podemos salir un rato de nuestras normas y límites, jugar con la moralidad y volver a nuestra vida sin que esto signifique que nuestra concepción del mundo ha cambiado, pero para ello necesitamos una base sólida, un conocimiento de las reglas y de nuestra visión sobre ellas. ¿Y a ti, te gustan estos juegos?

Virginia Burgos

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